El 21 de septiembre de 2023, un año después de la COP 19 de la CITES, me reuní con la dirección general de aduanas en el marco de una ceremonia de entrega al Museo de Historia Natural de Aix-en-Provence de 392 cráneos de primates y 326 cráneos de otras especies protegidas (nutrias, felinos, varanos, rapaces, etc.), todos provenientes de la caza furtiva. Esta ceremonia destacó la urgencia absoluta de actuar contra el tráfico de especies silvestres, un fenómeno que afecta al mundo entero.
Estos cráneos provienen de primates protegidos por la CITES y son testigos silenciosos de crímenes contra la naturaleza. Por ello, he decidido colocar la cuestión del tráfico de especies silvestres en el centro de las prioridades del Comité francés de la UICN. Hemos iniciado un trabajo serio y eficaz con el objetivo de luchar contra esta creciente plaga. En este sentido, INTERPOL estima que este comercio ilegal está aumentando un 7% anual.
Así, con el Comité francés, hemos establecido asociaciones con nuestros homólogos estadounidenses, reconociendo que la protección de la fauna silvestre requiere una cooperación internacional impecable. Asimismo, se han lanzado reuniones de trabajo que reúnen a personalidades influyentes de primer nivel. Entre ellas, Marc Fesnau, Ministro de Agricultura y Soberanía Alimentaria, y el General Sylvain Noyau, General de Brigada del Comando para el Medio Ambiente y la Salud, han respondido a la convocatoria.
El Comité también ha establecido varias recomendaciones que subrayan la importancia de fortalecer los sistemas de control. Es necesario homogeneizar y coordinar mejor la acción territorial para reforzar la eficacia en la lucha contra este tráfico. Actualmente, las capacidades y recursos desplegados varían entre las diferentes divisiones departamentales del OFB. Asimismo, los actores en esta materia deben tener acceso a una formación teórica y técnica que les permita identificar las especies, así como conocer los procedimientos administrativos.
La lucha contra el tráfico de especies silvestres es una batalla compleja, pero es imperativo que actuemos ahora. Las consecuencias de la inacción son demasiado grandes, amenazando el equilibrio ecológico de nuestro planeta y la propia supervivencia de muchas especies. Al unir nuestras fuerzas, colaborando a nivel nacional e internacional, podemos revertir la tendencia y proteger la riqueza inestimable de nuestra biodiversidad para las generaciones futuras. Es hora de actuar, de manera determinada y colectiva, para preservar la vida silvestre que comparte nuestro planeta.
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