El incendio que ha destruido parcialmente la catedral de Notre-Dame de París ha privado de refugio a muchas especies de aves, entre ellas los cernícalos, que anidaban allí (15/04/2019). Para preservarlas y permitir su regreso, 30millionsdamis.fr apela a la responsabilidad de los responsables de la restauración de este emblemático monumento.
Cernícalos, herrerillos, petirrojos, grajos… ¿Qué tienen en común? Todas estas especies habían encontrado refugio en los «agujeros de cerrojo» -es decir, en cavidades- de las alturas de Notre-Dame de París. Lamentablemente, las aves habían abandonado el lugar durante el gigantesco incendio del 15 de abril de 2019… en plena temporada de cría.
Pero en julio de 2021, unos meses antes del inicio de las obras de restauración, ¡se avistaron tres halcones jóvenes en las inmediaciones del emblemático monumento de la capital! Una agradable sorpresa», afirma Emmanuel du Chérimont -coordinador del grupo «Halcones» de LPO Ile-de-France- contactado por 30millionsdamis.fr. Gracias a su altura y a la ausencia de paredes enfrentadas, el lugar es ideal para que las aves jóvenes aprendan a volar.
A partir de ahora, corresponde a los responsables de la obra (Architecte des Bâtiments de France, Établissement Public chargé de la Restauration de Notre-Dame de Paris) favorecer las condiciones para el regreso de esta especie protegida. Para ello, es importante no rellenar las cavidades: «La torre norte de Notre-Dame, la iglesia de Saint-Paul-Saint-Louis, el calabozo del castillo de Vincennes, etc. Los cernícalos que anidaban allí de forma permanente desaparecieron de la noche a la mañana cuando se rellenaron estas cavidades», lamenta el coordinador. El argumento esgrimido es la lucha contra las palomas: un falso pretexto cuando existen otros medios para lograr este objetivo… ¡como simplemente respetar la prohibición de alimentar a las palomas!
La adopción por unanimidad del Consejo de París, a principios de julio de 2021, de un voto a favor de la protección de las aves de Notre-Dame es, sin embargo, una señal alentadora. «Los halcones encontrarán su lugar una vez terminadas las obras», asegura la concejala de París Maud Lelievre. Para ello, la octava comisión del Consejo de París sobre la biodiversidad deberá escuchar a la LPO en septiembre de 2021. Pero aún tendrá que obtener el acuerdo de Jean-Louis Georgelin, Presidente del Establecimiento Público encargado de la conservación y restauración de Notre-Dame.
Esta protección es tanto más esencial cuanto que la población de cernícalos en París ha disminuido un 40% desde el año 2000, según la encuesta anual «Falcon». Este declive está relacionado con la escasez de sus presas: «En principio, los halcones se alimentan de topillos y ratones de campo que sólo se encuentran fuera de la capital», explica E. du Chérimont. Así que estas rapaces tuvieron que recurrir a los gorriones, una especie que vive en cavidades y come granos, cuyo número ha caído en picado en los últimos años (¡un 75% menos desde 2004!). La causa es la renovación de los edificios y la consiguiente desaparición de las cavidades, así como la reducción de sus recursos alimenticios debido al colapso de las poblaciones de insectos.
La Fondation 30 Millions d’Amis espera ver pronto muchas de estas aves sobrevolando la Ile de la Cité. El naturalista Jean-Joseph Gerbe ya observó su presencia en Notre-Dame en 1840″, concluye el representante de la LPO. Forman parte de nuestro patrimonio histórico y deben conservarse.
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