En enero de 2018, Yann Wehrling publicó un artículo de opinión para salvar a los grandes simios (chimpancés, orangutanes y gorilas) de la extinción. Dos años después, ¿dónde estamos?  Elementos de una respuesta.

Abril de 2018: un colectivo [1] envía un plan de emergencia a los Ministros de Transición Ecológica y de Asuntos Exteriores, y al Presidente de la República, pidiendo a Francia que se comprometa a una serie de medidas para salvar a los grandes simios y defender la causa con la UNESCO. En esta ocasión, Sabrina Krief, primatóloga del Museo Nacional de Historia Natural nos recuerda: «en 50 años, las poblaciones de grandes simios en Asia y África han disminuido en un 70%». Una petición[2], iniciada por el colectivo, que luego reunió cerca de 15.000 firmas, llevó a la adopción de la protección de los grandes simios y su hábitat en el plan de biodiversidad de 2018.

Mayo de 2019: La UNESCO reitera su compromiso con la GRASP (Great Aps Survival). Esta asociación, que reúne a miembros de los gobiernos, la sociedad civil, los organismos de las Naciones Unidas y las empresas privadas, tiene por objeto garantizar la supervivencia a largo plazo de los grandes simios. Su coordinador, Johannes Refisch, fue invitado a participar en la reunión interministerial del G7[3] en mayo por invitación de la Presidencia francesa. Como consecuencia, varios países decidieron apoyar a GRAPS. El Japón, la India y el Canadá se sumaron a Alemania, los Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, la Unión Europea, el Gabón, Indonesia, el Reino Unido y Noruega. Estos diversos compromisos, tanto nacionales como internacionales, son pasos en la buena dirección.

Enlaces:


[1] Sabrina Krieff, Nathalie Baye, Yann Wehrling, Patrick Roger, Laurence Parisot

[2] https://www.change.org/p/sabrina-krief-sauvons-les-grands-singes

[3] « Combattre les inégalités  en protégeant la biodiversité et le climat »

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