Con el Congreso Mundial de la Naturaleza que se celebrará en septiembre en Marsella y la COP-15 sobre biodiversidad que se celebrará en octubre en China, 2021 será un año decisivo en cuanto a los compromisos para preservar lo que queda de vida salvaje en el planeta. Maud Lelièvre, Presidenta del Comité Francés de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, hace balance.

Resumen a traducir : 
Entrevista con Maud Lelièvre, Presidenta del Comité Francés de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).  

Periodista: Sólo queda 4% de mamíferos salvajes en el planeta. ¿Tiene alguna buena noticia sobre la biodiversidad?  

Maud Lelièvre: Acabamos de saber que no hay una especie de elefante africano, sino dos. Lo de la sabana y lo del bosque. ¿No es estupendo descubrir más sobre un animal tan emblemático para la conservación de la fauna?  


Periodista: La crisis de Covid-19 arrasó en todas las cumbres internacionales de 2020. ¿Ha debilitado los esfuerzos de los últimos cuatro años?  

M.L: Ha ocurrido lo contrario. Esta zoonosis ha puesto de manifiesto la importancia del vínculo entre la salud de los seres humanos y otras especies vivas. Los científicos llevan años advirtiendo de los peligros de la desaparición del mundo salvaje y se esfuerzan por convencer a la gente de que la biodiversidad no es sólo un subcomponente del medio ambiente y el clima. Hoy en día, la concienciación es cada vez mayor y es una tendencia fundamental. Cada vez hay más gente que cuenta las aves; Europa legisla para proteger los bosques antiguos de Europa y Francia crea zonas marinas protegidas y jueces especializados en medio ambiente.  


Periodista: ¿Cuáles son los principales retos de 2021?  

M.L: El Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN se celebrará en Marsella del 3 al 11 de septiembre. Es un paso crucial para acordar compromisos comunes antes de que los líderes se reúnan en la COP15 sobre biodiversidad en China en octubre. 


Periodista: ¿Cuáles fueron los principales compromisos asumidos por la UICN?  

M.L: Desde su creación (en 1948), la UICN ha contribuido a la creación de numerosos convenios internacionales, para proteger los humedales (Ramsar) o para luchar contra el comercio de especies silvestres amenazadas (CITES). En 1992, era el clima. El trabajo de los 18.000 expertos de la UICN también ha dado lugar a numerosas medidas de protección y ha demostrado que la naturaleza, aunque sea accesible y gratuita, tiene un precio. Estas contribuciones suelen ser menos reconocidas que nuestros principales indicadores, como la Lista Roja de especies amenazadas.  


Periodista: ¿Cuál de las dieciocho medidas que tomará Francia para Marsella le resulta más cercana?  

M.L.: Yo también soy una funcionaria elegida (en París) y me interesa mucho el tema de gobernanza: lo de incorporar a las autoridades locales a la UICN como miembros, del mismo modo que los Estados o las ONG. En el Congreso de Hawai, algunos países, muy centralizadores, se mostraron reticentes a la adhesión. Sin embargo, las autoridades locales desempeñan un papel cada vez más importante: participan en la prohibición de los pesticidas en su territorio, en la cartografía de la fauna y la flora locales y en la lucha contra la artificialización de sus tierras.


Periodista: Este jueves es el Día de las Abejas… ¿Les va bien? 

M.L.: Vamos a lanzar nuevas evaluaciones sobre las abejas de la Francia metropolitana, para el próximo capítulo de la Lista Roja. La próxima, en junio, estará dedicada a los moluscos. 
Recogido por Christelle GUIBERT.  

Leer el artículo sobre «Ouest-France» (francés).

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